Aventuras piratas!: Aventura 2

La segunda aventura empezó en casa preparándonos cada uno su mochila. Insistí en que cada uno llevara su mochila con sus cosas: un bocadillo, algo de agua y ropa de abrigo. Además, alguien debía llevar la brújula que habíamos encontrado en la aventura anterior y una linterna por si acaso.

La idea era subir en coche hasta la iglesia, pero vimos que no estaba permitido subir con el coche, así que aparcamos más abajo y empezamos a subir andando.

Eso sí, por un camino mucho más fácil del que había seguido la noche anterior. Tan fácil que Gal·la y Pau se animaron a ir de 'escalada' (que es como ellos llaman a subirse por los márgenes del camino, coger atajos, etc.). De esta forma llegamos de forma bastante amena (y con energía) a donde estaba la primera pista. Y me fue genial, porque el último atajo nos había dejado justo junto al símbolo, pero ni Gal·la ni Pau lo vieron pese a casi sentarse encima. Afortunadamente, cuando llegaron los padres Judith si que lo vió.
Se pusieron a buscar la primera pista, aunque costó bastante (de hecho, para facilitar las cosas aparté con disimulo la piedra que la tapaba). Además, Gal·la no paraba de sacar cosas de la mochila, volverlas a guardar, pelearse con la cremallera de la mochila, etc. y no estaba por lo que debía estar. Finalmente la encontraron y, estrenando la brújula, averiguaron la dirección hacia donde tenían que ir para encontrar la cabaña o refugio de piedra.

Primera pista:

La siguiente pista la encontraréis en un pequeño refugio al Norte de aquí.

En cuanto lo encontraron Gal·la y Pau fueron corriendo y se metieron sin ningún temor (para mi sorpresa) con la linterna. Gal·la rápidamente encontró el símbolo de los Piratas de Marimontaña y se pusieron a buscar, también con el papá, la segunda pista. Costó un poquito, pero finalmente Gal·la la encontró.
Tocaba buscar el triple árbol solitario en la bifurcación, así que, después de una breve parada técnica de Pau, nos pusimos de nuevo en marcha.

Segunda pista:
Si seguís subiendo por el camino veréis en la bifurcación un triple árbol solitario. Buscad la siguiente pista a sus pies

Encontramos el árbol y el símbolo de los Piratas con facilidad, pero descubrir el hilo les costó muchísimo más de lo que había previsto (yo pensaba que sería casi automático) y tuve que darles varias pistas o llamarles la atención sobre la piedra hasta que finalmente lo descubrieron. Fue muy emocionante :D

Tercera pista:

En uno de los muros Norte de la ermita construyeron un pequeño habitáculo cuadrado que ahora está en ruinas. Entre los agujeros del muro a la izquierda encontraréis la siguiente pista.

De ahí tenían que buscar la siguiente pista en uno de los muros junto a la iglesia y tuve que persuadirlos sutilmente de que no dieran toda la vuelta (podrían haber visto el símbolo de los piratas que marcaba la ubicación del mini-tesoro!). Gal·la ya empezó a quejarse de que tenía hambre y estaba cansada...
En teoría esta pista era muy fácil, pero no entendieron bien las instrucciones y tardaron a buscar en el muro adecuado (buscaban en el muro de la izquierda del edificio, no el muro a la izquierda del edificio). Y aún una vez localizado el muro correcto, lo fueron recorriendo con bastante más dificultad de la que me esperaba. Gal·la, protestona como estaba, medio empezó a llorar a medio camino y ya sólo se concentró en bajar de ahí, desentendiéndose de la búsqueda ¬¬. Al final fueron Judith y Pau quienes encontraron el símbolo de los Piratas de Marimontaña y la pista, que sería la que les llevaría hasta el mini-tesoro.

Cuarta pista:

Buscad el símboolo de los Piratas de Marimontaña en el muro Sur de la ermita. Muy cerca encontraréis el TESORO.

La pista los llevaba al otro lado de la iglesia (por donde había evitado que fueran previamente). Esta vez fue de nuevo Gal·la la que, desde el camino, encontró el símbolo y fue corriendo a buscar el mini-tesoro. Estuvieron buscando un rato hasta que finalmente Judith apartó una piedra y... encontraron el mini-tesoro!

Después de las mini-peleas de rigor por el catalejo propuse subir a la iglesia y comer en una de las mesas de picnic mientras leíamos lo del mini-tesoro. Sin embargo, eso no resultó ser tan buena idea, y es que hay que decir que aquel día soplaba un viento fortísimo, convirtiendo también esta aventura en una lucha contra los elementos. Finalmente comimos en las escaleras de la iglesia, donde parecía que soplaba un poco menos el viento, y emprendimos el camino de regreso, dejando las lecturas para casa para evitar que se fueran volando alguno de los muchos papelitos que siempre hay en los mini-tesoros.
Una vez en casa y comidos, procedimos a leer la segunda aventura de los piratas (podéis leerla aquí), la ficha de Rosa la Pintahermosa (podéis leerla aquí), las preguntas a la banda (podéis leerlas aquí), y descubrimos que además de las coordenadas para empezar la siguiente aventura también había todo un mapa de instrucciones para realizarla.